No le temas a la niebla. Suele darle a las fotos de otoño e invierno un toque especial y misterioso. Cuando amanece, la niebla puede pasar del azul pálido a un amarillo dorado. Es mejor tomar fotos retroiluminadas y apagar el enfoque automático. También debes controlar la exposición manualmente. Dispara con un tiempo de exposición prolongado y si quieres evitar usar un ajuste de ISO alto, puedes usar un trípode y obtendrás un muy buen resultado.
Por muy suave que sea la luz en la mañana y en la tarde, el sol en otoño y en invierno brilla con más fuerza al mediodía, dando lugar dar lugar así, a sombras más marcadas. Aprovecha este momento del día para darte un paseo por el bosque. Allí, podrás capturar como la luz del mediodía atraviesa las hojas resaltando sus colores brillantes. El follaje es aún más espectacular bajo esta luz radiante.
El término hora azul se refiere al tono especial del cielo que se ve durante el crepúsculo, justo después de la puesta del sol y antes de que anochezca. La luz se refracta en la atmósfera, creando así esta coloración especial, que sucede por cierto, también durante el amanecer. En fotografía, la hora azul se usa frecuentemente y con razón, no solo por la belleza del cielo azul. En comparación con las fotografías tomadas en absoluta oscuridad, el entorno sigue estando ligeramente iluminado y es aún visible durante la hora azul. Las diferentes temperaturas de color (el azul del cielo, el naranja de las bombillas, el turquesa de los tubos fluorescentes) a menudo hacen que estas fotos tengan un tono peculiar.
No encontrarás a menudo las condiciones ideales de iluminación en otoño e invierno, lo que implica que a veces tengas que retocar las fotos. Si empleas el formato RAW, puedes aclarar, con mucha más facilidad que con JPG, áreas que vengan demasiado oscuras, reparar sombras, corregir cielos desteñidos o partes de la imagen que sean demasiado opacas.
El elemento más importante para hacer fotos en otoño es el trípode. Te permite - ver arriba- trabajar con distancias focales largas y exposiciones prolongadas. También te ayuda a evitar el ruido de la imagen, que se produciría si hicieses las fotos a mano y tuvieses que usar necesariamente un ajuste ISO alto.
La fotografía requiere tiempo. En las estaciones más frías, esto significa que debes ir lo suficientemente abrigado y protegerte bien del viento y de la humedad. Una chaqueta con capucha es tan útil como unos guantes para tus dedos, con los que puedas manejar bien tu cámara.